Si queremos tener un emprendimiento rentable, es decir que nos de ganacias y vivir de él es importante comenzar a meterle la lupa a los números porque ellos nos hablan. Un negocio sin retabilidad es un hobbie caro, ese es uno de los mantras de Emprendedoras Conectadas.
¿Qué es una estructura de costos?
Esto es lo primero que mucha veces se pregutan las emprendedoras, que además ven este tema tan lejano y poco amigable. Una estructura de costos no es más que la organización y levantamiento de todos los costos asociados a la operación del emprendimiento y que son necesarios conocer e identificar para el desarrollo óptimo del modelo de negocio.
TIene una sub-división amplia sin embargo aquí te voy a describir 2 en particular: Costos Fijos y Variables
1-. Costos fijos:
Son aquellos cuyo pago se debe asumir mes a mes independiente de la intervención de ellos en el proceso productivo (sea producto físico o servicios).
Por ende bajo este concepto, no se toman en consideración para la determinación del precio de venta del producto pero si son necesarios conocer para poder estimar el total de ventas que debe generar mi negocio para cubrir todos sus requerimientos.
Ejemplo de costos fijos:
- Sueldos propio y empleados
- Servicios
- Arriendo y/o alquiler
- Suscripciones
2-. Costos variables:
Su nombre lo indica, varían. Dicha variación depende directamente del proceso productivo, es decir, de la cantidad de producto fabricado. Cuánto más elevada sea la fabricación mayor serán los costos variables.
El costo variable involucra: Materias primas, hora hombre y empaque.
El costo variable aplica tanto para producto como para servicios, con la diferencia que para servicios casi siempre en su totalidad el costo variable es mano de obra, es decir, las horas hombres asociadas a la elaboración o prestación de servicio.
